No hay banquetas. La calle está desolada. Te acercas al lugar y te das cuenta que hay un módulo de seguridad al cual tienes que dar aviso. Reportas a un individuo tu llegada y después de entregar tu identificación recibes un número que te permitirá ingresar. Entras al conjunto que tiene varios pisos de estacionamiento superficiales. Al acercarte notas otro equipo de seguridad dando rondines por el estacionamiento, te sientes vigilado. Subes al lobby para encontrarte a otro guardia que te exige una explicación de tu llegada. Se la das y le insistes que vas a un evento comunitario abierto, organizado por un residente del conjunto. El guardia te escolta hasta el salón, donde hay más staff uniformado custodiando y limpiando las instalaciones.
Es increíblemente irónico como pudiéramos estar hablando de cualquiera de las dos opciones.
La ciudad se ha convertido en una serie de prisiones modernas. Esta es Carcelópolis, el patrón de comportamiento actual de la ciudad Latinoamericana (cualquiera).
Estas cárceles -también conocidos como proyectos inmobiliarios ultra exclusivos- se caracterizan por:
1. Ser espacios completamente privados;
2. Venden la exclusividad como atributo diferencial;
3. Le dan la espalda a la ciudad (impiden permeabilidad urbana);
4. No crean ni invierten en espacio público;
5. Requieren de un equipo operativo costoso para mantenerse.
6. Tienen ubicaciones desvinculadas de servicios –dado que les interesa estar aislados más que vinculados-.
Muchos de los desarrolladores con los que trabajamos contribuyen al crecimiento de Carcelópolis. Por esta razón es que hemos decidido modificar nuestros procesos de determinación de propuesta de valor. En el Real Estate Value Proposition Canvas que utiliza el área de definición de producto de Grupo 4S la mitad del valor está dentro del proyecto y la otra mitad está fuera: en espacios públicos y en valores de proximidad. Hemos cambiado para mejorar y destruir la proliferación de las cárceles.
Hacer desarrollo inmobiliario tiene implícito un componente de urbanismo con responsabilidad social. Ahí es donde deben estar las virtudes del desarrollador que pasarán a la historia (no las que generan dinero).
Construir cárceles destruye la ciudad, más que construirla.
En el siguiente proyecto inmobiliario trabajemos juntos en la generación de una propuesta de valor público y de proximidad. Hagamos ciudad además de dinero.
*Carlos Muñoz 4S se escapó de Carcelópolis. Su equipo de +100 rebeldes destruye cácerles todos los días. Construye con el: carlos@grupo4s.com
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