Por , Partner Argentina, Uruguay y ParaguSe denomina Cisne Negro a un acontecimiento que es sorpresivo, tiene grandes consecuencias, y luego de que sucede pareciera ser una consecuencia lógica. Tengo la impresión que todos coincidimos que esta pandemia mundial, que promete afectar a todos los países del mundo por igual, puede ser catalogada como tal.
China, como la primera ficha de una fila de dominós, está modificando los parámetros económicos en un horizonte, por ahora cuanto menos incierto, en días, meses, o quién sabe. Es que, cuando menos, las fábricas chinas son responsable de muchos insumos de otras fábricas en el mundo entero, esto en un planeta que abraza rápidamente la creación de cadenas de valor globales.
En disciplinas como la economía, hay quienes piensan que los expertos sólo lo son desde la retrospectiva de sucesos que han ocurrido, y tal como explica Nassim Taleb, predecir los acontecimientos nos acerca mucho más al azar de lo que pensamos.
Una forma de ver esto es pensar que si arrojamos una moneda al aire y sale cara, la próxima vez saldrá…… bueno sin duda con una posibilidad de acierto del 50%. Es decir, predecir el futuro basado en experiencias del pasado no resulta una tarea que no dependa tanto de la suerte!
Es así como los mercados de papeles se comportan, y en una jornada uno puede perder o ganar sin más fórmula que la que podríamos usar para saber si la próxima vez será cruz en la moneda. En estos momentos los fondos están corriendo a buscar refugio en los Bonos Americanos, donde el rendimiento de colocaciones a 10 años solo paga el 0,77%, es decir una tasa negativa…
En tanto en el mercado del Real Estate, no es que las cosas tengan otra lógica, pero sí, los tiempos son distintos y nos dan la posibilidad de adaptarnos. Como dijo Darwin, no sobrevive el más fuerte, sino el que se adapta más rápido.
Sería justo también decir que en nuestra actual economía (Argentina) la construcción cayó un 13,5% en enero y que los despachos de cemento en el mes de febrero fueron 25% menor que el febrero anterior. Pero a pesar de esto, los ladrillos, como siempre, darán revancha. Y quien se adapte rápidamente a los cambios que se están produciendo, la tendrán.
La clave parece estar en: Pensar con la mayor flexibilidad posible, consiguiendo máxima velocidad en los cambios, con mucha atención en los flujos de fondos.