*Texto extraído de ‘50 lecciones en desarrollo inmobiliario’. Adquirir aquí.
El mundo de los negocios hoy vive una transformación profunda en la manera de comunicar y de vincular los productos y los mercados, a raíz de la evolución hacia el marketing digital. En los Estados Unidos, por ejemplo, los desarrolladores invierten el 90% de su presupuesto de marketing en temas digitales. Sin embargo, en Latinoamérica, el marketing digital se sigue viendo como un complemento incómodo. Difícil de digerir, complicado para generar resultados tangibles y muy expuesto a la crítica y las inclemencias de la opinión pública abierta.
El desarrollador del futuro no solo está convencido de la importancia del posicionamiento digital, sino que invierte y construye en ese sentido rumbo al largo plazo. En este tema hemos buscado predicar con el ejemplo al punto en que convertimos nuestras publicaciones digitales en el recurso de opinión técnica inmobiliaria más visitado de América Latina.
El desarrollador inmobiliario, además de construir en el mundo físico, debe construir en el mundo digital.
Una estrategia de marketing digital está compuesta por cinco elementos fundamentales. Cada una de las piezas es importante y se entrelaza con el resto para formar una estrategia integral:
El punto de partida de toda estrategia digital es construir una presencia en línea. Nuestra página web es nuestra identidad en la red y es el lugar de entrega de información más relevante. Es el corazón de la estrategia. Mike Lyon, de Doyouconvert.com, la empresa más destacada en marketing digital de los Estados Unidos, la llama “la nueva casa muestra”. Ahí, cuando el cliente llega por primera vez, sucede lo que se conoce como el “momento cero de la verdad”, que es el primer punto en que el cliente se relaciona con nuestro producto.
Para que nuestra página tenga visitas, necesitamos generarlas. Todas las herramientas que utilicemos para atraer tráfico a la página web caen dentro de nuestro programa de marketing digital. Estas van desde Google AdWords y Facebook Ads, hasta banners o e-mail marketing. Cualquier esfuerzo que se haga, sea pagado o no, cae en este espacio. No hay una receta única: cada proyecto deberá crear la mezcla ideal para su segmento, su tipo de cliente y su presupuesto.
La página y su contenido deben estar construidos de tal forma que generen una tasa de conversión verdadera. Al proceso por medio del cual la página lleva a un visitante a dejar sus datos y a vincularse con el producto lo llamamos “el proceso de venta online”.
El “OSC” (por sus siglas en inglés: on-line sales counselor) es la persona, o grupo de personas, que lidera la parte humana del proceso de ventas digital. Su labor es la de estar cerca de los visitantes y tratar de provocar una mayor conversión en la página, así como mayor eficiencia de las inversiones que se hagan en términos de atracción.
Idealmente, en una estrategia de marketing integrado, la conversión de la página se vincula directamente con el software de administración comercial, lo cual implica continuidad absoluta en el proceso.
Cuando estos cinco elementos se estructuran adecuadamente y funcionan generando sinergias, se puede hablar de una estrategia integral.
*Texto extraído de ‘50 lecciones en desarrollo inmobiliario’. Adquirir aquí.