Casi nunca pierdo la oportunidad de cuestionar las historias de éxito de mis amigos desarrolladores. Hace poco me enfrenté con una inusual respuesta que fue motivo de reflexión profunda.
-¿Y cómo fue que crecieron tanto en tan poco tiempo? Pregunté al desarrollador.
-¿Cuál es el promedio de veinte e infinito? Me dijo con seguridad.
Supongo que infinito, le respondí.
Ahí está tu respuesta. Infinito.
Logra un proyecto de retornos infinitos y todo tu portafolio se contagia de magia. Los inversionistas te voltean a ver con ojos de Midas, y jamás te van a faltar recursos de inversión. En ese momento has llegado a un lugar diferente, donde el dinero ya no será escaso.
Un desarrollador puede presumir de tener proyectos buenos y regulares, pero eso lo hace promedio. Cuando tienes un proyecto de retornos infinitos, ahí te vuelves extraordinario. Como el músico que logra llegar al número 1 de la lista de popularidad, ese es el momento donde se cimbra tu carrera.
Necesitas 1 solo proyecto que logre retornos infinitos para demostrarle al mundo que vives en el mundo de los titanes, más que el de los hombres.
¿Y cómo se logran los retornos infinitos?
La respuesta es sencilla. La tasa de retorno se calcula en función del capital invertido y el tiempo.
Si por alguna extraña razón no inviertes dinero y recibes retornos, entonces el retorno se calcula entre cero, lo cual resulta en infinito.
Un proyecto de retornos infinitos es aquél en que el desarrollador NO invirtió dinero y logró un retorno para él y sus inversionistas, logrando literalmente aparecer recursos de la nada.
La receta específica de mi cliente está basada en estas seis estrategias:
1- Lograr tierra en aportación incluyendo permisos.
2- Asociar a un equipo de arquitectura en el proyecto con un monto fijo.
3- Hacer una ronda de inversionistas ángel para la primera capitalización del proyecto pre-vendiendo unidades.
4- Hacer una preventa agresiva con cliente final.
5- Lograr una línea de crédito por el 70% del valor del proyecto.
6- Cerrar ventas antes de la construcción.
No es el único camino para llegar a la tierra de los retornos infinitos, es simplemente evidencia de que el lugar existe. Cada empresa debe buscar su camino a ese lugar y en su búsqueda encontrará innovación constante de su modelo de negocio.
Tampoco creo que los retornos infinitos son de todos los proyectos, pero sí aparecen ocasionalmente como los grandslams en el beisbol, los hole-in-one del golf, y los goles olímpicos. Llegan para enmarcar una gran carrera o para impulsar a través de la suerte a alguien favorecido por el universo.
Nunca dejemos de buscar la tierra de los retornos infinitos.