No nos cansamos de insistir que el proceso de diseño arquitectónico está limitado. La razón es sencilla: los proyectos se arrancan con una esencia genérica.
Por ejemplo, si tenemos un predio para el diseño de un edificio de vivienda, el requisito al arquitecto es genérico: diseña un edificio de departamentos. Con este sencillo punto de partida, el arquitecto se empieza a enfocar en temas de estética y eficiencia. Seguramente podrá cumplir en ambas, pero ¿cumple en valor de mercado?
El problema radica en que no determinamos el mercado meta del proyecto. Pensemos en un segundo ejemplo. Si en lugar de diseñar un edificio de departamentos dijera: diseña un edificio de departamentos para mujeres deportistas. ¿Cambia el proceso de diseño? Nuestra experiencia nos ha llevado a entender que cuando se define correctamente el mercado es cuando se libera todo el potencial de diseño del equipo de arquitectura. Un mercado bien definido a nivel demográfico y psicográfico incide directamente en el valor que entregamos al mercado.
En ese ejemplo (de las mujeres deportistas) automáticamente en la mente del creativo aparecen múltiples innovaciones, detalles de interiores, conceptos de amenidades, todas diferenciadas e inexistentes en el mercado actual. Es ahí donde realmente se crean disrupciones en el mercado. Por cierto que este ejemplo es real y hace referencia al proyecto de Sportiva, que además fue premiado en los Premios Latinoamericanos de Desarrollo Inmobiliario (LADI’s).
Todo esto parece un tanto extraño cuando pensamos dentro de nuestros marcos de referencia de la industria. Pero pensemos por un momento fuera de nuestra industria: en la industria de la moda. Imaginemos que le pedimos a un creativo diseñar ropa -así de genérico-. ¿Ropa para quién? Sin un indicativo de demográficos o gustos, lo único que podríamos diseñar son túnicas. Así está el proceso de arquitectura enfocada al desarrollo inmobiliario hoy: diseñando túnicas. Pueden ser bonitas y eficientes, pero en su carácter de genéricos dejan muy poco valor en el mercado.
Nos urge romper con este vicio de diseñar genéricos en nuestras ciudades. Necesitamos liberar el potencial de nuestros creativos y la única forma de hacerlo es entendiendo claramente para quien diseñamos.
Grupo 4S se encarga de trabajar con desarrolladores inmobiliarios partiendo de la definición del mercado meta y sus preferencias, para entonces liberar absolutamente el potencial de diseño del equipo de arquitectura.
*Carlos Muñoz 4S es creador de la moda inmobiliaria extravagante. Sus ideas han acabado con las túnicas por todo Latinoamérica. Encuéntralo en: carlos@grupo4s.com
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