La mayor parte de los proyectos de oficinas que analizamos en los mercados latinoamericanos ofrecen metros cuadrados. Los grandes espacios de obra gris se han vuelto commodities en donde las únicas posibilidades de diferenciación son la ubicación y la oferta de estacionamiento. En algunos se incorporan temas de sustentabilidad como solución a este problema de diferenciación
Mientras nosotros seguimos clonando commodities, en los mercados desarrollados han aparecido múltiples estrategias de diferenciación de las oficinas. Nos llama la atención específicamente la inclusión de lifestyle en proyectos de oficinas. Suena más como algo apropiado para el ramo residencial, pero lo cierto es que quienes trabajan en oficina pasan más tiempo ahí despiertos que en su casa. Así que, ¿no deberíamos aprovechar el espacio para exponenciar este lifestyle?
No quiero emplear las referencias de los grandes campus corporativos de una sola empresa, porque no quiero que nos escudemos en que imprimirle este estilo de vida es responsabilidad del inquilino.
Hablemos de un par de casos que Grupo 4S visitó en el año y que son referencia clara de cómo transformar el gris corporativo:
Esta propiedad que era anteriormente la planta de Nabisco, se transformó en el epicentro de espacios de trabajo para el Meatpacking district y Chelsea. A solo unos pasos del high line (parque elevado), se ha convertido en un punto de referencia de la zona.
Su remodelación fue atípica. Conservó todo el espíritu industrial del lugar, dándole un toque “vintage” a toda la decoración. Pasillos, escaleras, elevadores, todo está envuelto en este aroma hipster que no pasa desapercibido.
En la planta baja se dio espacio para 22 restaurantes, así como tiendas específicas que cuadraran con el estilo decorativo del lugar. Además de esta planta baja, las amenidades de reunión social que presume el edificio están cargadas de este espíritu de trabajo de la generación milennial.
Este controvertido estilo y su clara personalidad le valió la llegada a este edificio de las oficinas corporativas de MLB, Youtube, Food Network, entre muchos otros.
2. Fort Worth Club, Texas
En el centro de Forth Worth Texas, la ciudad hermana a Dallas se encuentra este proyecto que integra un club deportivo, 60 llaves hoteleras y más de 10 niveles de oficina. Tenemos la creencia de que cualquier instalación deportiva debe requerir grandes áreas y espacios abiertos. Aquí nos demuestran lo contrario. El club deportivo, que toma 5 niveles del edificio presume cancha completa de basket ball, alberca semiolimpica, canchas de raquet ball, gimnasio completo, jogging track interior para correr, restaurante, salones de eventos. Todo esto en los primeros pisos del edificio y con la ventaja de que hay vestidores completos que permiten cambiarse para integrarse a las labores de oficina en los pisos superiores.
Nada más cómodo que poder llegar unos minutos antes a tu oficina, ejercitarte y saber que estás a un elevador de distancia y conectado con tu oficina por cualquier pendiente.
El resultado es un edificio que ha comandado una ocupación alta para una ciudad en donde incluso hay preferencias por ubicaciones de oficinas suburbanas.
La moraleja
Estos son solo dos casos de cómo el lifestyle empieza a ganar terreno en el mundo de los proyectos corporativos. En el futuro, será la personalidad del proyecto la que se venda –y no sus metros cuadrados-.