Esta es una de las discusiones más comunes en la etapa de definición de producto entre los equipos de marketing, comercial y finanzas. Existen diferentes puntos de vista: para el equipo comercial, las amenidades son un atractivo; para marketing, pueden elevar el precio del producto fuera del rango deseado; y para finanzas, representan un riesgo en el desarrollo y un aumento en los costos de mantenimiento del edificio.

En la definición de producto, existe una regla fundamental: NO ESTÁS DEFINIENDO UN PRODUCTO PARA TI, LO ESTÁS HACIENDO PARA UN TIPO DE CONSUMIDOR.

Es crucial conocer el mercado al que se dirigirá el producto, por lo que es muy recomendable realizar estudios de mercado cuantitativos y cualitativos sobre el terreno para obtener información precisa.

Existen tres tipos principales de amenidades: de servicio, sociales y fitness.

Amenidades de servicio:

  1. Intrínsecas al desarrollo: Incluyen lobby, estacionamiento, elevadores, escaleras de emergencia, accesos, fachada y ductos de conexiones. Estas amenidades deben ser elevadas para cumplir con las necesidades del mercado. Por ejemplo, si el proyecto está dirigido a solteros y parejas sin hijos, los elevadores y el lobby deben reflejar ese estilo de vida. Si es un proyecto familiar, el estacionamiento debe acomodar autos más grandes y compras voluminosas.
  2. Relacionadas con la administración y el día a día: Incluyen buzones de paquetes, estacionamientos de bicicletas y transportes de aplicación. Aunque no siempre requieren grandes espacios, sí necesitan recursos humanos y una buena gestión administrativa.
  3. En tendencia: Amenidades como lavanderías, cocinas compartidas y carwash, que amplían los espacios de las unidades privativas. Estas amenidades requieren una buena administración para evitar que se conviertan en áreas desperdiciadas y costosas de mantener.


Amenidades sociales:

Estas son muy atractivas para el mercado, pero es importante recordar que son espacios para socializar, lo que implica ruido y movimiento. La ubicación de estas amenidades debe ser estratégica para no interferir con las necesidades de tranquilidad de otros residentes.

Ejemplos clásicos de amenidades sociales incluyen el salón de eventos y la piscina. Es crucial entender las necesidades del mercado para garantizar su usabilidad y evitar problemas como una piscina fría por el viento o un salón de eventos que se convierta en un sauna por el efecto lupa.


Amenidades fitness:

El gimnasio es la primera opción que viene a la mente, pero debe ser un espacio funcional y bien equipado. Es importante considerar las tendencias y modas en el fitness, como el auge del crossfit en su momento y la popularidad actual del paddle. Estas amenidades deben ser flexibles y adaptables a nuevas tendencias.

En conclusión, la pregunta de si incluir o no amenidades no debería existir, ya que son fundamentales para cualquier desarrollo. Es crucial destacar su valor y alinearlas con las necesidades del mercado objetivo. Las amenidades de tendencia deben ser soluciones reales y adecuadas para el tipo de mercado. Es vital innovar en las amenidades, siempre y cuando sean relevantes para el nicho de mercado del proyecto. Finalmente, es importante presupuestar adecuadamente las amenidades y no dejar este aspecto como un rubro general en la corrida financiera, para evitar entregar amenidades insuficientes que afecten negativamente la percepción comercial del proyecto.