La semana pasada tuve la fortuna de ser invitado por la Academia Nacional de Arquitectura para impartir una plática sobre temas de desarrollo inmobiliario. En la plática destaqué el reto que representa la generación Y –los famosos millenials– para el arquitecto. Una nueva generación que empieza a requerir todo tipo de espacios pero con un set de preferencias muy diferente a la generación anterior.
Uno de los asistentes me preguntaba: ¿cuál es la clave para diseñar para esta generación?
La pregunta es muy acertada, dado que la teoría de arquitectura no cambia a la velocidad de las generaciones. Hace falta enorme cantidad de literatura para entender mejor los gustos de esta generación y sus hábitos de vida.
Sin embargo, la pregunta también me ayudó a reflexionar en función de los múltiples estudios que hemos elaborado sobre la materia. Justo en la mitad entre Ciudad de México y Medellín (donde me encuentro escribiendo este post) encontré la clave que buscaba. La clave para diseñar arquitectura millenial es exaltar emociones auténticas.
Permítanme elaborar un poco más sobre el tema. Una realidad de esta generación es que se sorprende poco dado que procesa mucho mayor contenido que las generaciones previas. Viaja mucho más y valora las experiencias más allá de las posesiones físicas. Ha quedado claro que la generación Y prefiere una vida urbana vibrante en lugar del sueño americano de los suburbios. Bajo esa misma tónica, tiene un deseo innato por explorar, sorprenderse y disfrutar verdaderamente de cada momento que la vida le tiene guardado.
Regresando a la arquitectura, es importante dejar de pensar en espacios y en cambio interpretar las emociones de las cuales un espacio es responsable. Por citar un ejemplo, pensemos en la cocina. ¿Qué podemos hacer para hacer una cocina auténtica? ¿Qué elemento de nuestro diseño busca encontrar reflexividad con su cliente? En una cocina millenial no se juzgará bajo el materialismo de sus acabados ni instrumentos, sino de la personalidad de sus recetas. ¿Hay un espacio para crear mi propia cerveza? ¿O quizás un horno rústico de leña para crear pizzas estilo italiano? ¿Hay una huerta interior en la cual puedo tener un par de mis propios ingredientes?
Eso que hará mi espacio auténtico, lo quiero acentuar. Quiero que mi personalidad destaque por encima de lo esperado. Pero de nuevo, no es porque tengo lo más caro, sino lo más único y auténtico.
Para este cliente, necesito que el equipo de diseño vigile cuidadosamente cuales son esas emociones que impulsan un espacio. Una vez identificadas habrá que hacer un “zoom in” para llevarlas a nuevas proporciones. La arquitectura millenial se trata de maximizar, exaltar y acentuar esos momentos emocionales.
Emoción auténtica espacial. El nuevo tagline del desarrollo inmobiliario millenial.