Fitch Ratings – Nueva York – (Julio 31, 2015): Fitch Ratings ratificó las calificaciones en escala internacional (IDRs por sus siglas en inglés) en moneda extranjera y local de largo plazo de México en ‘BBB+’ y ‘A-’, respectivamente. También ratificó en ‘BBB+’ y ‘A-’ las calificaciones de los bonos senior quirografarios en moneda extranjera y local. Los IDRs de largo plazo tienen Perspectiva Estable. El techo país se afirmó en ‘A’, mientras que los IDRs de corto plazo en moneda extranjera en ‘F2’.
FACTORES CLAVE DE LAS CALIFICACIONES
La economía mexicana ha sido afectada por el declive en los precios y la producción del petróleo, el crecimiento económico moderado en Estados Unidos y el incremento en la volatilidad financiera a nivel internacional. Sin embargo, las autoridades han sido proactivas para responder ante un entorno exterior menos favorable. El Gobierno anunció recortes preventivos en el gasto del sector público (0.7% del Producto Interno Bruto) durante 2015 y contempla realizar otros adicionales en 2016 para reforzar la confianza en las finanzas públicas, que son particularmente dependientes de ingresos provenientes del petróleo. Las autoridades han permitido que el peso mexicano se debilite a fin de adaptarse al escenario exterior nuevo. Lo anterior ha sido complementado con mecanismos basados en normas de intervención cambiaria para contener la volatilidad del tipo de cambio y asegurar el funcionamiento ordenado del mercado.
La economía de México presenta una recuperación relativamente leve con crecimientos previstos por Fitch de 2.5% en 2015 y un promedio por encima de 3% durante 2016-2017. El entorno exterior menos favorable, en conjunto con la confianza debilitada al interior del país y la reducción en la producción de petróleo, pesa sobre el crecimiento a corto plazo. La calificadora espera que una mejora en la demanda externa, la depreciación del tipo de cambio real y los avances en la implementación de las reformas económicas propicien el crecimiento en 2016-2017. Riesgos para dicho desempeño podrían provenir de un rendimiento económico bajo en Estados Unidos, volatilidad financiera mayor al interior, contracción adicional en la producción de petróleo y la falta de una recuperación material en la inversión y confianza.
México continúa avanzando en la implementación las reformas estructurales aprobadas en años recientes, las cuales podrían incrementar las expectativas de inversión y crecimiento de mediano plazo si se ejecutaran correctamente. La reducción en tarifas de telecomunicaciones y los anuncios recientes sobre la inversión extranjera en este sector demuestran los efectos positivos de dichas reformas. La primera etapa (Ronda Uno) de licitaciones relacionadas con la reforma energética está progresando. Sin embargo, los resultados iniciales para campos de aguas someras son inferiores a lo anticipado, lo que indica la existencia de retos en la ejecución del proceso, especialmente ante los precios bajos del petróleo. Se espera que las autoridades anuncien más licitaciones durante 2015, también para campos de aguas profundas. Además se prevé que la inversión privada, incluyendo la inversión extrajera directa, se dirija hacia actividades del sector del petróleo y gas, así como de electricidad, durante 2016-2017.
La estabilidad macroeconómica se mantiene sólida, sostenida por déficits moderados de cuenta corriente (promedio esperado de 2.6% del PIB en 2016-2017) e inflación baja. A pesar de la depreciación del peso mexicano y las tasas de interés reducidas, la inflación ha decrecido más durante 2015 hasta alcanzar 3% en junio. El endurecimiento reciente de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos podría reanudar la volatilidad del peso mexicano e incrementar las presiones en los precios. La proporción alta de tenencia de valores gubernamentales por parte de residentes en el extranjero constituye una fuente de vulnerabilidad en el contexto de la normalización de la política monetaria estadounidense. Fitch espera que las autoridades mexicanas realicen las acciones necesarias para mantener la estabilidad financiera y la credibilidad de sus políticas. También opina que el tipo de cambio flexible de México, la posición mejorada de reservas internacionales, el acceso a la línea de crédito flexible del Fondo Internacional Monetario y los esfuerzos de políticas proactivas son factores importantes para mitigar la posibilidad de inestabilidad.

El Gobierno permanece comprometido con la consolidación fiscal gradual a fin de lograr sus objetivos de mediano plazo en dicha materia pese al ingreso menor proveniente del petróleo. El impacto inmediato de precios menores de dicho recurso sobre el presupuesto del Gobierno Federal es atenuado por la cobertura petrolera durante 2015, un peso más débil y el incremento de ingresos no petroleros gracias a la implementación de la reforma fiscal de 2014. Junto a los recortes en el gasto, estos factores deberían facilitar el cumplimiento del objetivo de un déficit estrecho en el sector público no financiero (excluyendo inversiones en Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad y ciertos proyectos de alto impacto) de 1% del PIB en 2015. Algunos riesgos para las cuentas fiscales son la falta de efectividad en el recorte del gasto y la reducción más acelerada en la plataforma de producción petrolera.
Fitch espera que el Gobierno realice ajustes fiscales adicionales en 2016, dado que los ingresos provenientes del petróleo probablemente permanecerán presionados. En este sentido, el Gobierno se prepara para implementar un marco de base-cero en el presupuesto para prevenir el crecimiento inercial del gasto. El apego a la consolidación de la estrategia deberá permitir al país estabilizar la deuda de gobierno y, eventualmente, comenzar a disminuirla. El crecimiento débil y su falta de consolidación son los riesgos principales para la dinámica de deuda del gobierno. México presenta un acceso sobresaliente en los mercados internacionales de capital y un desarrollo estable en los locales, lo que propicia la flexibilidad de financiamiento fiscal.
Las elecciones intermedias resultaron en una Cámara de Diputados más fragmentada. Sin embargo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder, junto con sus aliados a través de coaliciones, mantuvo la mayoría simple, lo que debería facilitar las negociaciones del presupuesto anual. Dado que ya se han aprobado diversas iniciativas, Fitch no anticipa una reforma agresiva de la agenda que pueda requerir de la aprobación del Congreso durante el resto de la administración. Aunque las tasas de criminalidad en México han presentado declives considerables desde su pico en 2011, instituciones débiles y capacidad limitada a nivel estatal y judicial, así como una percepción de corrupción, podrían continuar dificultando lograr avances significativos en materia de seguridad.
Las calificaciones internacionales de México se sustentan en las políticas económicas disciplinadas del país, estabilidad macroeconómica sólida con desbalances leves y un sector bancario capitalizado adecuadamente. Estas fortalezas contrarrestan de manera suficiente las limitantes de calificación del país, que incluyen debilidades estructurales en las finanzas públicas, tales como reservas fiscales bajas, intermediación financiera relativamente reducida y debilidades institucionales acentuadas por la incidencia alta de violencia relacionada con drogas y corrupción.
SENSIBILIDAD DE LAS CALIFICACIONES
La Perspectiva Estable refleja la opinión de Fitch de que los riesgos de alza o baja de calificación están balanceados. El análisis de sensibilidad de la agencia no anticipa, por ahora, factores con potencial alto para un cambio de calificación.
Los factores que de manera individual o en conjunto podrían detonar una acción de calificación positiva incluyen:
– Una tendencia en la cual la inversión y el crecimiento sean mayores y que facilite la reducción de la deuda de gobierno y disminuya la brecha de ingreso entre México y soberanos con calificaciones superiores;
- flexibilidad fiscal y reservas mayores para enfrentar impactos;
– Mejoras en los indicadores de gobernabilidad en relación con las debilidades institucionales.
Los factores que de manera individual o en conjunto podrían detonar una acción de calificación negativa incluyen:
– Un desempeño económico débil y deterioro fiscal que empeoraran la dinámica de deuda de gobierno;
- una respuesta inadecuada en términos de políticas en caso de presión sostenida sobre el ingreso proveniente del petróleo que perjudicara la confianza, flexibilidad y credibilidad de la política fiscal.
SUPUESTOS CLAVE
Las calificaciones y Perspectiva son sensibles a diversos supuestos.
– Fitch asume que el crecimiento económico en Estados Unidos alcanzará 2.2% en 2015 y 2.5% en 2016, lo que apoyará a la economía mexicana dado el comercio y los lazos financieros fuertes que existen entre ambos países.
- Fitch asume precios promedio del petróleo (Brent) de USD65 por barril en 2015 y USD75 por barril en 2016, aunque permanecen los riesgos para estas proyecciones dada la volatilidad actual de los precios de este recurso.
– Fitch asume que la violencia relacionada con drogas se mantiene contenida, aunque continuará representando costos económicos.
*Nota: Este comunicado es una traducción de “Fitch Affirms Mexico at ‘BBB+’; Outlook Stable” publicado en julio 31, 2015 en la página https://www.fitchratings.com/site/fitch-home/pressrelease?id=988846
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