Por: Jorge Azpiri
Un reciente estudio publicó que más de la mitad de las imágenes de usuarios en redes sociales tienen alguna alteración digital -desde filtros sencillos hasta trabajos complejos de edición-. Varios teóricos han concluido que esta manipulación parte de un sentido de auto validación con la sociedad, en particular con nuestro círculo semi cercano. Todos tenemos aspiraciones y deseos que enmarcamos en las fotos que subimos a las redes. En pocas palabras, todos creamos a un “gemelo guapo” que cumple con nuestra proyección de vida.
El gemelo guapo solo está en los mejores eventos. Acostumbra los mejores atuendos y curiosamente solo aparece donde el ángulo de la cámara le favorece. Viaja más que el resto de la gente y come regularmente platillos de alta cocina.

Así poco a poco se va cristalizando el reflejo creado de nuestra propia vida que cuidadosamente curamos y manipulamos antes de exponerla al resto del mundo.
De manera concordante, al estar navegando por las redes sociales ya sea Instagram, Facebook u otras, tendemos a ser atraídos por aquellas fotos que reflejan ese estilo de vida al que aspiramos. Solamente volteamos a ver aquella perfección que rebasa a nuestro gemelo guapo –porque a través de esas imágenes refinaremos aún más nuestra propia esencia digital-. Este ciclo se repite prácticamente sin un inicio ni final, múltiples veces al día, en cada interacción.

Este fenómeno, junto con la infoxicación (ver artículo aquí del tema), ha creado la generación con el ojo más discriminante en la historia. Una generación que está acostumbrada a inconscientemente descartar material publicitario, como si no estuviese ahí. Para llegar a llamar la atención de esta nueva generación de compradores se requiere de contenido altamente segmentado y quirúrgicamente reflexivo. Solamente las marcas peligrosamente perfectas podrán robarse unos segundos de la vida de su tribu (antes segmento de mercado).
Para esta nueva dinámica de la era social, la reflexividad visual será un ingrediente básico de cualquier campaña publicitaria. Mensajes cargados de significado casados con fotografías relevantes y muy específicas serán el único puente para entrar a la mente de este nuevo tipo de comprador que busca el set de su próxima “selfie” en todas las publicaciones con las que tiene contacto.
*Jorge Azpiri es Director de Proyectos en Grupo 4S. Tiene como encargo los gemelos guapos de los proyectos que dirige.   

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