Hay poca literatura de negocios que es verdaderamente disruptiva. La mayor parte de lo que acostumbro leer se ajusta cómodamente a empujar los límites de la teoría antecesora sin sorprendernos de más. Pero ocasionalmente uno se encuentra con verdaderos meteoritos que retan nuestra forma de pensar.
Así me sentí al leer un texto de Nilofer Merchant, una de las mujeres más influyentes en Sillicon Valley. (nilofermerchant.com)
Una de sus teorías centrales radica en que la tecnología y convivencia social de la era en que vivimos está retando la definición de una organización y su ventaja competitiva. De acuerdo a la citada autora, no hay forma de mantener una organización resguardando celosamente información confidencial. El reto de esta era será encontrar la manera de revelar (poderosamente) información estratégica y después permitir a la gente que construya algo en conjunto. En este proceso naturalmente se agrega valor puesto a que muchas personas quieren colaborar con la organización y resolver problemas juntos.
Una metáfora que utiliza la misma autora nos hace pensar que la organización tradicional buscaba ser el castillo enorme encima de una montaña. Aislada, de gran escala y con grandes muros para contener lo que sucedía dentro de ella. Hoy las organizaciones deben ser lo contrario, como un parque de juegos infantiles en medio de la ciudad en donde invitamos a un grupo de gente a jugar y después vemos qué podemos crear juntos. ¿Y qué hacemos después de que hayamos creado algo? ¿Cómo lo vendemos? ¿Cómo ganamos dinero? Todas esas preguntas vendrán, pero el mismo talento integrador tendrá las respuestas. Esa es otra ventaja.
Esta gran premisa significa pasar de una organización cerrada a un sistema abierto en el que se cuestionen las premisa, los invitados y las creaciones. Se refiere a la organización como un sistema social y a los directores como líderes sociales.
En el futuro, pensemos en una organización no como en una estructura sino más como un portafolio de cosas que nos interesa hacer y posteriormente descifrar su modelo económico. Así, el día de mañana tendremos colaboración con desconocidos, sin límites de geografía, y debemos aprender a encontrarlos, a trabajar con ellos y a integrar un propósito compartido. Ahí está la organización social.
Quien nos conoce, sabe que siempre hemos predicado que Grupo 4S es una caja de cristal. Siempre hemos sido transparentes y hemos regresado todo el valor que aprendemos al mercado. Hoy, además de entregar valor nos declaramos formalmente un sistema social abierto, en donde la colaboración por nuestro propósito será nuestra gran ventaja competitiva.
Entiéndase este artículo como un deseo, una responsabilidad y un manifiesto. Bienvenidos a la era social.