Todos los días tengo la fortuna de compartir ideas con los mejores desarrolladores de Latinoamérica. En su personalidad, he notado dos tipos de enfoques que bien se parecen a los seres mitológicos más conocidos de la historia.
¿A qué me refiero? Me refiero a dos formas diferentes de manipular el valor de la tierra. Aquí se los presento:

  1. Worst Home – Best Neighborhood: Los vampiros inmobiliarios

La primera estrategia se refiere a desarrollar las propiedades más económicas de una zona. Es decir, colgarse del valor de la zona y buscar ofrecer el producto valor total más económico. Esta estrategia ha sido documentada internacionalmente al evidenciar que facilita su comercialización, dado que son las zonas las que crean percepciones de valor. Es especialmente importante en zonas ya consolidadas, donde incluso puede haber entornos competitivos agresivos. La casa (o departamento) más barata de la zona siempre lleva un pie adelante.
Estos desarrolladores sangran las zonas y pueden incluso provocar guerras de precio. A ellos, los conocemos como los vampiros inmobiliarios. Aclaro que el término vampiro no lo utilizo en mal sentido, hay que recordar que son seres inmortales y de moda en los últimos años.
Los vampiros deben moverse rápido y cuidarse mucho de que un competidor futuro no tome su posición. Deben usar todos los activos de la zona a su favor y colgarse del marketing y esfuerzo de sus competidores para ser eficiente en costos. Deben ser rápidos y capitalizar en corto plazo. Se mueven cerca de los límites psicológicos de las zonas y son inteligentes en cómo sangrarnos.

  1. New Value for Gentrification – Hombres lobo

La segunda estrategia se refiere a darle un nuevo valor (o más valor) a una zona que no tenga valor o que se encuentre actualmente deprimida. Esto indica que habría que desarrollar una pieza de desarrollo inmobiliario que esté muy por encima de los valores de la zona, rompa esquemas y sea disruptivo en identificar un nicho que no se creía posible.
A estos desarrolladores los bautizamos como hombres lobo. Recorren terrenos inusuales, cazan agresivamente (tierra barata) y ocasionalmente en luna llena logran transformarse por completo. Usualmente dirigen enormes fenómenos de “gentrificación” (Gentrification), trabajan con proyectos de mayor escala y terminan beneficiando a muchos dueños de tierra cercanos a sus activos.
Los hombres lobo deben viajar constantemente para entender cómo se transforman las ciudades y también vigilar claramente los límites territoriales de la ciudad. Deben invertir en una escala importante y pensar en el largo plazo.  No deben preocuparse de transitar solos o de que nadie les crea sobre el futuro. Ellos saben que el futuro también se puede cambiar.

¿Son buenas las estrategias?
Por algo estos seres se convirtieron en mitológicos y hemos hablado de ellos por miles de años. Así, aquellos desarrolladores que se atrevan a convertirse en seres más allá de su humanidad lograrán trascender en el futuro de nuestras ciudades.
Y tú, ¿eres vampiro u hombre lobo?