Hace un par de semanas, tuve la oportunidad de sentarme con Alejandro Anaya, un desarrollador visionario de San Luis Potosí, México.

Alejandro rápidamente me presentó el portafolio de proyectos que había desarrollado en las últimas dos décadas. De todos sus logros, un proyecto en particular se convirtió en la colonia más deseada de la ciudad y pasó a la “inmortalidad inmobiliaria”. El nombre del proyecto se usa como referencia de toda la zona, la plusvalía a los primeros compradores excedió por mucho sus expectativas e incluso derramo a otros terrenos que la empresa tenía en la zona. Un gran caso de estudio.

Al cuestionar a Alejandro sobre los motivos del éxito de dicho proyecto, esperaba las respuestas tradicionales. Seguro había sido buena calidad en la urbanización, o gran ubicación relativa a equipamiento; pero la respuesta de este desarrollador me sorprendió:

“El secreto para lograr proyectos inmortales, está en maximizar el legado.“

Cada que desarrollamos interviene un análisis económico de corto plazo, el cual afecta muchas de las decisiones del proyecto. Aunque este proceso es fundamental y no debe dejarse a un lado, al paralelo debe haber un proceso de planeación alterno. Nos referimos a maximizar el legado del proyecto.

En términos, de ingresos, maximizar el legado significa:

  • Entender el efecto que tendrá un proyecto no solamente en sus productos, sino en otros terrenos de la zona.
  • Determinar los límites máximos de valor no por referencia de la ciudad, sino por casos de éxito de otras ciudades que tengan valores superiores.
  • Analizar el valor de marca y posicionamiento que se crea una vez que se consolida un proyecto de este tipo.
  • Modelar el efecto de referenciación y el cambio en velocidad de ventas producto de un éxito de este tipo.
  • Determinar que componente del proyecto será patrimonial por mantener su control y vitalidad al largo plazo y cuantificar que valor podría tener ante una estrategia de salida posterior.

En términos del diseño de producto y su costo significa:

  • Determinar cual es el valor que aporta a la ciudad el proyecto. Que espacios públicos crea y como éstos serán diferentes al resto de los espacios que existen en la ciudad.
  • Crear productos específicos que mejoren la calidad de vida y el urbanismo de la ciudad (peatonales, comunitarios, verdes).
  • Crear un estilo arquitectónico poderoso que sea referencia internacional pero sin perder la autenticidad de la zona donde se originó.
  • Encontrar detalles en la construcción que otorguen una identidad y que sin sacrificar la utilidad provoquen una percepción diferenciada ante el mercado.
  • Generar un marketing diferenciado soportado en profunda responsabilidad social.
  • Participar activamente en el mejoramiento de la ciudad, no solamente dentro del predio.

Estas son solo algunas de las ideas que ese día aparecieron en la mesa.

No son puntos para los analistas financieros que están en este juego por el dinero. Son reflexiones para quien disfruta la vida del desarrollo inmobiliario, quien desea que sus futuras generaciones lo sigan haciendo y quien está convencido de que su herencia más poderosa se entregará a la ciudad –y no a sus familiares-.

Para esos desarrolladores, hemos creado un capítulo especial en nuestro servicio de conceptualización de proyectos destinado al legado. Que sea esta nuestra aportación a todos los que amanecen pensando realmente como hacer una mejor ciudad para futuras generaciones.

*Carlos Muñoz 4S trabaja en este blog como su legado. Disfruta tanto el recorrido que no tiene claro el destino final. Encuéntralo en su camino en: carlos@grupo4s.com  

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