El concepto de capital de marca es un término que ha ganado protagonismo en el mundo inmobiliario, y ha logrado penetrar en los últimos años en la parte industrial, comercial y en las ciudades planificadas. Pero ¿qué sucede con esos proyectos pequeños y residenciales que optan por nombres simples como flores, santos o ubicaciones?
Vivimos en un mundo impulsado por algoritmos, donde la personalidad, o mejor dicho, el branding, se convierte en el aliado que ahorra dinero en marketing. Imagina un supermercado donde los algoritmos publicitarios son como organizadores hábiles, creando secciones especializadas para atraer a públicos específicos, como por ejemplo embutidos premium. Ahora, si tu producto carece de personalidad y branding, como un "jamón" genérico, corres el riesgo de perder visibilidad. En este escenario, tu producto podría terminar en la sección general en lugar de destacarse en secciones especializadas, requiriendo una inversión sustancial en campañas de marketing. Esto ilustra la importancia de un branding sólido desde el inicio, independientemente del tamaño del proyecto, como una estrategia inteligente para ahorrar en marketing durante el desarrollo y la comercialización.
Aquí entra en juego la importancia de invertir en un branding sólido desde el principio, independientemente del tamaño del proyecto. Es una estrategia inteligente que no sólo agrega valor al proyecto, sino que también ahorra dinero durante su desarrollo y comercialización.
En el competitivo mercado inmobiliario, donde las casas desarrolladoras han tomado la delantera, el branding a menudo ha quedado en segundo plano. Nombres basados en ubicaciones o elementos locales son comunes, pero ¿realmente destacan en un mercado digital?
Imagina tener el nombre común "Juan". Buscarlo en línea arroja más de 2 mil millones de resultados. Ahora, cambia a "Casas Juan", y el número se reduce a 977 millones. Agregar "México" disminuye a 377 millones. Detalles como "Monterrey" y "Zona Tec" continúan reduciendo los resultados. Por otro lado, una marca bien construida, como "ADAMANT" de 4S Real Estate, ofrece resultados más específicos y relacionados con departamentos.
Este ejemplo ilustra la diferencia crucial entre un branding bien pensado y una elección de nombre sin estrategia. El naming es una parte del branding, pero no lo es todo.
Para aquellos desarrolladores que consideran que invertir en branding y en su estrategia es costoso, es importante recordar que, probablemente terminarás gastando más en marketing y comercialización del producto. Un buen branding no solo es una inversión; es un ahorro estratégico en marketing.
Aquí, presentamos 5 puntos clave para el desarrollo de un branding efectivo:
- Público objetivo.
- Necesidades que resuelve el producto.
- Cuota de mercado a obtener.
- Factores internos y externos.
- Reflexividad y culturalidad.
Además, exploramos 5 beneficios del branding que van más allá del ahorro en marketing:
- La capacidad de reconocimiento: genera confianza, permitiendo estrategias de fijación de precios más sólidas.
- Diferenciación: ya no serás simplemente "Juan" en el mercado inmobiliario.
- Lealtad: los proyectos con un buen branding generan una mayor reflexividad, conduciendo a una mayor satisfacción y lealtad.
- Recompra y recomendación: un buen branding establece confianza, facilitando que los consumidores recomienden y vuelvan a comprar. Esto es especialmente beneficioso en el sector inmobiliario, donde puede impulsar compras adicionales de nuevas etapas o productos de marcas relacionadas.
- Talento: los colaboradores de las generaciones millennials y Z se sienten más atraídos por trabajar con marcas y productos que cuidan su branding, considerándolo como un beneficio laboral.
En conclusión, la inversión en un branding efectivo desde el principio no solo es una decisión inteligente, sino también un ahorro considerable en términos de marketing. Desde identificar el público objetivo hasta reflexionar sobre factores internos y externos, cada paso en el desarrollo del branding no sólo agrega valor, sino que también potencia las posibilidades de éxito en un mercado inmobiliario saturado.